VIH-Sida

Conociendo el VIH-Sida.

El VIH-sida es una enfermedad que afecta al sistema inmunitario de las personas y que puede tener graves consecuencias para la salud. A continuación, se presenta información sobre el VIH-sida, como sus causas, síntomas, transmisión y tratamiento. También se incluye información sobre cómo prevenir el VIH-sida.

El VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) es un virus que ataca y destruye las células CD4 del sistema inmunitario, que son las encargadas de defender al cuerpo de las infecciones y ciertos tipos de cáncer.

El SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) es la fase más avanzada de la infección por el VIH, que ocurre cuando el sistema inmunitario está gravemente deteriorado por el virus y la persona desarrolla enfermedades oportunistas.

El VIH se transmite por el contacto con ciertos fluidos corporales de una persona infectada, como la sangre, el semen, los fluidos vaginales y la leche materna. El VIH no se transmite por el aire, el agua, los alimentos, los insectos, los abrazos, los besos o el uso compartido de objetos personales.

Los síntomas del VIH pueden variar según la persona y la etapa de la infección. Algunas personas pueden no tener síntomas durante años, mientras que otras pueden presentar fiebre, dolor de cabeza, cansancio, erupciones cutáneas, ganglios inflamados o pérdida de peso. Los síntomas del SIDA pueden incluir infecciones recurrentes, neumonía, tuberculosis, cáncer, pérdida de memoria o demencia.

El diagnóstico del VIH se realiza mediante una prueba de sangre o saliva que detecta la presencia de anticuerpos contra el virus. Es importante realizarse la prueba si se tiene algún factor de riesgo, como haber tenido relaciones sexuales sin protección, compartir agujas o jeringas o haber recibido una transfusión de sangre antes de 1985.

El tratamiento del VIH consiste en tomar medicamentos antirretrovirales que reducen la cantidad de virus en el organismo y mejoran el funcionamiento del sistema inmunitario.

El tratamiento no cura el VIH, pero puede prolongar y mejorar la calidad de vida de las personas infectadas. El tratamiento también reduce el riesgo de transmitir el virus a otras personas.

La prevención del VIH se basa en evitar o reducir la exposición al virus. Algunas medidas preventivas son: usar preservativos durante las relaciones sexuales, no compartir agujas o jeringas, limitar el número de parejas sexuales, realizarse la prueba del VIH regularmente y tomar medicamentos preventivos si se tiene un alto riesgo de infección. También se recomienda evitar el contacto con la sangre o los fluidos corporales de una persona infectada y no amamantar si se tiene el VIH.

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